viernes, 4 de octubre de 2013

Inmigración: la tragedia de Lampedusa muestra las debilidades europeas

 
 
La tragedia de Lampedusa, en la que podrían haber muerto 300 personas, arroja luz sobre el problema del flujo migratorio en las costas europeas y la falta de coordinación entre los Estados de la Unión Europea.
 
Según la Organización Internacional para las Migraciones, 25.000 refugiados han muerto en el Mediterráneo en los últimos 20 años, de los cuales 2.000 en 2011 y 1.700 el año pasado.
 
Varios Estados europeos, entre ellos Italia, hacen frente a una presión creciente del flujo de inmigrantes. Este país, así como Grecia, Malta y Chipre, lamentan la falta de solidaridad de sus socios europeos.
 
Según las reglas actuales, corresponde al primer país al que llega un inmigrante administrar su petición de asilo y su alojamiento. Este sistema, denunciado por los Estados del sur de la UE por su falta de solidaridad, no ha cambiado desde que fue instaurado en 2003.
 
La legislación europea no prevé ningún mecanismo para repartir de manera automática la gestión de las peticiones de asilo y los países del norte de la UE no están dispuestos a modificar las cosas en este punto.
 
De un país de la UE a otro, los demandantes de asilo se enfrentan a importantes disparidades en lo que respecta al acceso a los cuidados médicos o una asistencia jurídica, gratuita o no. En junio, un informe del Servicio Jesuita para los Refugiados denunció la "falta de humanidad" del sistema de asilo europeo.
 
En lo que respecta a la prevención de los dramas como el de Lampedusa, la Comisión Europea elaboró el programa Eurosur, destinado a mejorar la coordinación entre los Estados miembros para vigilar mejor los barcos de inmigrantes, luchas contra las redes criminales que organizan la inmigración, así como auxiliar a los refugiados en peligro.

El sistema, operacional a partir del 2 de diciembre, reposa en el intercambio de datos e informaciones. Se evalúa su coste en 244 millones de euros para el periodo 2014-2020. El Parlamento Europeo debe dar su aval a este texto la próxima semana.
 
"Pero no hay nada previsto para reforzar las patrullas en las zonas marítimas peligrosas", afirmó la eurodiputada alemana Ska Keller.
 
La Comisión pidió a los Estados miembros que intensifiquen sus esfuerzos y que lancen "lo antes posible" este programa.
 
La Comisión también pretende canalizar mejor la inmigración, fomentando la legal en los países de origen o de tránsito de los aspirantes a llegar al continente europeo.
 
Es por ello que la UE firmó en junio "un acuerdo de movilidad" con Marruecos, que prevé negociaciones sobre un acuerdo para facilitar los procedimientos para otorgar visados a los estudiantes, los investigadores y los empresarios. En materia de inmigración ilegal, prevé una mejor cooperación para luchar contra las redes de tráfico de inmigrantes.
 
La Comisión quiere firmar acuerdos similares con otros países del continente africano, como por ejemplo Túnez.
 
Respondiendo a los llamamientos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Comisión pidió a los Estados miembros de la UE que se comprometan más aún en la reinstalación de los refugiados más vulnerables.
 
En 2012, la UE otorgó protección a 102.700 demandantes de asilo, contra 84.300 en 2011. En 2012, Alemania acogió así bajo su protección a 22.200 personas, Suecia a 15.300, Gran Bretaña a 14.600 y Francia a 14.300.
 
Fuente: AFP

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