lunes, 10 de marzo de 2014

La Mujer es una canción


Las peruanas unen a las familias, así sea en la patria o en el extranjero. De eso trata el Madres e hijos/as de locutorio: La búsqueda de una familia sin fronteras de Lucía Alvites Sosa.

El Perú es, definitivamente, un país emisor de emigrantes. Son más de 3 millones de compatriotas los que viven en el extranjero, siendo las mujeres aproximadamente un millón 632,000 ciudadanas migrantes, representando el 50.4% de la migración peruana.

La socióloga Lucía Alvites expone las características de estas mujeres, quienes en su gran mayoría (70%) migran en edad laboral y fértil lo que trae como consecuencia que por lo menos un 50% de ellas sean madres migrantes con hijos viviendo fuera del Perú. 

A partir de los testimonios de estas mujeres peruanas residentes de diversos países como Argentina, Chile o España, Lucía Alvites cuenta cómo se va desarrollando la crianza de los hijos a distancia, y cómo desde el locutorio “cabinas individuales estrechas, con espacio para una sola persona, que cuentan con un teléfono y un contador de tiempo de la llamada, divididos por paneles livianos de madera y vidrio” van ejerciendo su relación de madres con los hijos/as.

Cuenta un testimonio de una trabajadora de un locutorio en Santiago de Chile cómo una madre ayudaba por el teléfono a hacer las tareas a su hija, o cómo negocian los permisos de salida ya cuando los hijos son adolescentes.

Experiencias de vida

Es importante destacar lo que menciona la autora en su libro que la migración femenina, por un lado, tiene riesgos y vulnerabilidades como la ruptura familiar, el desarraigo, depresión o en muchos casos las malas condiciones en salud, vivienda, descanso o recreación ya que la mayoría prefiere ahorrar todo lo que gana para poderlo mandar en remesas a sus familias; según datos oficiales las que más envían remesas son mujeres. 

Por otro lado, tiene oportunidades muy importantes para estas mujeres como por ejemplo el empoderamiento y la autonomía en sus decisiones que muchas veces la logran a partir de que ya no dependen de la pareja.

En este 8 de marzo, que pasó, queremos revalorar el trabajo de estas mujeres peruanas que a pesar de no encontrarse en el territorio nacional, son pujantes colaboradoras del crecimiento en el país, pero lamentablemente muchas veces son olvidadas. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) los hogares que reciben remesas tienen mejor calidad de vida que los que no, 14% más agua y alcantarillado, 5% más de electricidad, entre otras cosas.

Porque ellas son de carne y hueso, no son simples números para la estadística. Son las que nos enseñan el sabor de nuestra tierra. Nuestro homenaje para ellas.

Fuente: El Peruano
Publicado: 09/03/2014

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