viernes, 23 de diciembre de 2011

Medio millón de peruanas migrantes son "madres de locutorio"


Foto: Alerta Perú

Alrededor de 500 mil peruanas migrantes son "madres de locutorio" que utilizan estas pequeñas cabinas telefónicas para mantener la unión familiar desde cualquier parte del mundo, revela el libro "Madres e hijos/as de locutorio: La búsqueda de una familia sin fronteras" de la socióloga Lucía Alvites, investigadora del proyecto "Perú Migrante".

Según la investigación, la madre migrante "de locutorio" se mantiene como núcleo fundamental de la familia en el Perú, que son el 50.4% de los más de 3 millones de emigrados/as del país. Cerca del 70% de ellas está en edad laboral y fértil (18 a 39 años), por lo que cerca de medio millón son madres con hijos/as en el Perú, en el lugar de residencia o en ambos. Mientras que el 51% de migrantes del país proviene de Lima Metropolitana.

“Si antes migraban acompañando a un hombre, ahora las mujeres peruanas son protagonistas autónomas de su cambio geográfico y biográfico, solas o como jefas del núcleo familiar. En la búsqueda del crecimiento económico y la prosperidad negada, dejan su país y cambian en sus sentimientos, forma de pensar y vivir la familia, y así el curso de un país”, destaca Alvites.




Uno de los lugares claves donde se evidencia esta resignificación de las relaciones familiares es el locutorio. Cabinas individuales estrechas, con espacio para una sola persona, que cuentan con un teléfono y un contador de tiempo de la llamada, divididas por paneles livianos de madera y vidrio, donde estas mujeres ejercen periódicamente –casi siempre los fines de semana– su función de madres, sostenedoras de hogares y familias a cientos o miles de kilómetros.

“En muchos casos se auto explotan, viven en pésimas condiciones de salud, vivienda y alimentación, con el único objetivo de ahorrar para enviar remesas en dinero a casa, evitar el riesgo de la deportación o simplemente, la nostalgia o pena. Sin embargo, la migración les permite ser ellas en sí mismas y no en torno a otro masculino. Y por su independencia económica como proveedoras, tienen mayor decisión en el hogar, así sea a distancia”, resalta la investigadora.

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